martes, 9 de octubre de 2012

Periodista De La Cadena Australiana Abc Se Introdujo A Escondidas En Tíbet Y Realiza Sorprendente Informe

Australian Broadcasting Corporation
Emisión: 09/10/2012
Periodista: Stephen McDonell

(Transcripción editada del contenido del video)

En las regiones más remotas de China, habitadas por la minoría tibetana del país, está en marcha un levantamiento terrible. En el pasado año más de 50 monjes se han prendido fuego en protesta contra la represión del gobierno. Este levantamiento está en gran parte escondido de la vista del público porque los periodistas y las cámaras de TV son usualmente impedidos de visitar tanto la Región Autónoma del Tíbet como las provincias vecinas. Pero el corresponsal en China, Stephen McDonell viajó en forma encubierta a China occidental para preparar el presente video. ADVERTENCIA: esta historia contiene imágenes de autoinmolaciones.

A pesar de ser el Tíbet un lugar prohibido para los periodistas, McDonell logró ingresar subrepticiamente en la provincia de Sichuan donde han ocurrido la mayoría de estos hechos trágicos. Luego de observar imágenes de archivo en las que el portavoz de la cancillería china, Liu Weimin, afirma la existencia de una mente maestra detrás de los hechos, y Lobsang Sangay, primer ministro tibetano de la administración en el exilio, concluye que la culpa y la solución al problema obran en poder del gobierno chino, McDonell logró entrevistar a un pastor tibetano. El hombre que cortaba pasto que servirá de comida para los yaks y las ovejas en el invierno,  entre otras cosas señaló estar orgulloso de su herencia, la que lo conecta con el budismo.

 “Lo más importante en nuestras vidas es la cultura. Está en nuestro trabajo, en todo. Viene de los libros, por eso los monasterios son nuestra fuente más importante”.

El periodista comprobó que no son muchos los tibetanos dispuestos a hablar porque hay “ojos y oídos por todas partes”. Pero si se está suficiente tiempo en el lugar, se puede encontrar a alguien que sí lo haga.

Un monje budista que estaba ayudando a una familia pobre expresó sobre las inmolaciones: “ellos se sienten agitados en sus corazones, por eso se prenden fuego”.

A poca distancia del lugar donde se encontraba el monje, está Ngaba (ch.: Aba). En secreto el equipo australiano filmó a la ciudad bloqueada, inundada de policía militar y equipos SWAT. Barricadas en las calles haciendo recordar al peor momento del conflicto en Irlanda del Norte.
Veinticuatro autoinmolaciones han tenido lugar allí. “Es duro imaginar la desesperación que llevó a los jóvenes tibetanos a quitar la vida en ese modo tan atroz”, comenta el periodista.

El video vuelve a remitirse a Lobsang Sangay “nosotros hemos desalentado las acciones drásticas, incluyendo las autoinmolaciones, pero desafortunadamente los tibetanos parecen estar diciendo que esta es la única forma de protesta que les queda, porque cualquier otra forma de protesta tiene consecuencias similares, tú eres arrestado, torturado y a menudo muerto”.

También se muestra a Wu Zegang, alcalde de Ngaba, en una conferencia de prensa declarando que “el Dalai Lama no ha tratado de impedir estas actividades, sino que él ha impulsado estos actos de terror inhumanos y antisociales”. 

A lo que se contrapone la demanda contundente de Sangay: “si el gobierno chino quiere ver el fin de las autoinmolaciones y de otras formas de protesta dentro de Tíbet: abran al Tíbet, liberen al Tíbet, trátenlos humanamente, denles la libertad fundamental”.

Cada uno de los pueblos que McDonell pudo visitar hervía de policías, y el propio periodista comenzó a ser vigilado y perseguido. Al llegar a Xiahe, él y su equipo de filmación fueron interceptados, y se les indicó que Xiahe estaba cerrada a los periodistas extranjeros.

El último intento para lograr testimonios de tibetanos, fue hecho en el monasterio de Labrang, adonde llegaron tras birlar la vigilancia a la que eran sometidos. Allí una mujer tibetana manifestó su total desagrado por la política del Partido Comunista chino en Tíbet.

“Nosotros no tenemos derechos, ni siquiera el de expresión. Ellos nos dicen exactamente lo que tenemos que decir. Si decimos la verdad, nos arrestan y nos golpean hasta la muerte”.

La policía volvió a dar con el equipo periodístico australiano y ya no hubo otra posibilidad.
McDonell – (al oficial de policía) ¿Por qué quieren que nos vayamos? ¿Cuál es el problema?
Oficial de Policía – Porque usted es un periodista

McDonell – pero… somos periodistas, vamos a muchos lugares. ¿Cuál es el problema aquí?
Oficial de Policía – Porque esta es un área tibetana. Lo siento mucho.

El equipo periodístico fue escoltado hasta que los oficiales chinos estuvieron seguros que realmente habían abandonado el área.

“Detrás de nosotros queda el miedo, el resentimiento y la tragedia, junto con las políticas del gobierno que no muestran ninguna señal de ganarse a los tibetanos”, fue la reflexión final del periodista.-


 Aquí está el enlace para el informe de vídeo original  http://www.abc.net.au/7.30/content/2012/s3607238.htm

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