miércoles, 17 de abril de 2013

BANDERAS DE ORACIÓN


En el año 800 D.C. (era actual) el Budismo se introdujo por primera vez en el Tibet por Padmasambhava. Hasta ese tiempo la mayoría de los tibetanos seguía la religión Bon, una práctica shamanística. La religión Bon había instaurado la tradición de colgar banderas de cinco colores, en representación de los cinco elementos, con la creencia que éstas ofrecían protección.

Cuando el Budismo se mezcló con la religión Bon, los sagrados mantras e iconografías se pintaron sobre las banderas Bon, creando los orígenes de lo que es conocido hoy como banderas tibetanas de oración. Posteriormente, Atisha llegó para enseñarle Budismo al pueblo tibetano en 1040 D.C. trayendo con él el Estandarte de la Victoria indio y con ello las banderas de oración ganaron más popularidad. Las banderas tibetanas de oración son entonces, una síntesis de las banderas de los elementos de la religión Bon y el dharma del budismo indio.
Las banderas tibetanas de oración ondean sobre todo el mundo de la cultura tibetana. Sobre los más altos pasos montañosos, sobre los rápidos de los ríos cordilleranos, sobre las azoteas, puentes, calles, por todas partes.
Las banderas de oración se imprimen tanto en bloques de madera como en telas coloreadas, tradicionalmente de los colores azul, blanco, rojo, verde y amarillo.
Los cinco colores tradicionales representan las cinco familias de Buddha y los cinco 5 elementos.


Azul-espacio,
Blanco-agua,
Rojo-fuego,
Verde-aire y el viento,
Amarillo-tierra.
El propósito principal de las Banderas de Oración es ser colgadas donde el viento pueda activar las bendiciones. El sol, el viento y la lluvia las descolorarán o desgastarán con el tiempo, lo que nos proporciona un recordatorio sutil de que todas las cosas son impermanentes o temporales .
Una típica bandera de oración tiene en su imagen central un caballo que porta en su espalda las Tres Joyas en llamas. Este caballo es conocido como el Caballo de Viento y le otorga a las banderas su nombre en tibetano “Lung-Ta”. Las tres joyas simbolizan a Budha (el estado de Iluminación), el Dharma (las Enseñanzas budistas) y la Sangha (la Comunidad budista).

Elemento de las Banderas

El Caballo de Viento simboliza la realización de trabajos positivos de una manera más satisfactoria e inmediata.
infografia Banderas tibetanas de oración
Los nombres de los cuatro animales de poder son garuda (pájaro), el dragón, tigre y león blanco, escritos en cada una de las cuatro esquinas de la bandera.
Garuda es un ave que come serpientes y simboliza el espantar la voluntad o intenciones del mal.

El dragón simboliza el alejamiento de diferentes amenazas del cielo como los rayos etc.
El Tigre simboliza el éxito en cada paso de la vida, sin tropiezos.
Los leones simbolizan a los seres que enfrentan con valor cada paso de la vida.

Alrededor del caballo hay veinte mantras, poderosas emisiones de sonidos, cada uno dedicado a una deidad en particular. La idea es que al pasar el viento sobre la superficie de las banderas, el aire es purificado, santificado y dulcificado por los mantras. Esta bendición recae sobre todos los seres del vecindario.
El viento: Cuando el viento sopla (expresando la calidad y naturaleza de la mente) la sagrada bandera de oración se agita en la brisa y las oraciones contenidas en la bandera son transportadas a todos los seres como una bendición. Las banderas de oración pueden ser puestas en el campo atándolas al borde de un tejado, entre postes, en los templos, entre árboles y otros lugares. Dándole la oportunidad al viento de moverlas. El viento es considerado una expresión de nuestras mentes, y la energía mental que los activa.
“El viento es el elemento natural del caballo. Cuando galopa por las llanuras, el viento se levanta para ir a su encuentro. Su cola larga y su melena fluyen libremente cuando acelera a través de la quietud del aire, creando el viento. El viento y el caballo son vehículos naturales de movimiento, el caballo transporta formas materiales y el viento formas etéreas. Las oraciones son llevadas por el viento, y en el Tibet la bandera de oración es conocida como el Caballo del Viento, Lung Ta.”
El Caballo del Viento es el poder de la fuerza. Esto es sentirse libre de miedo. Con esta energía, todas las cosas emergen sin obstáculos. Aquéllos que tienen una buena energía del viento tienen fortuna y suerte en la vida.

A veces cuando un Lama le dice a otra persona que tiene la energía del viento muy baja, significa que se está encontrando con obstáculos, su mente está irritada, físicamente no está bien, y generalmente las cosas salen mal.
A esto se le llama tener un bajo Caballo de Viento.
A veces para tratar esto, puede que un Lama le recomiende izar banderas de oración en la montaña y hacer ofrendas especiales. Las banderas de oración tienen muchas oraciones, y todas esas oraciones son tomadas por el viento. Esto armoniza el ambiente entero.
Nosotros podemos elevar la energía del viento mental y físicamente. Mentalmente, nosotros elevamos la energía del Caballo de Viento a través del desarrollo de la compasión, la bondad amorosa y la sabiduría. Esto es lo más importante. Cuando tenemos confianza en nuestra mente e intrepidez, esto es energía del viento mental. Físicamente, nosotros elevamos esta energía respetando el ambiente, y protegiendo ambos elementos, los de fuera y dentro. Así, con una motivación pura, podemos elevar la energía del viento.

Significado práctico de las Banderas de Oración

Cuando se las ve, la intención de orar y trabajar por el bienestar de los demás se vuelve a encender. Así, el viento como la mente, lleva las bendiciones a lo largo del campo, y por el mundo.
También ver esta bandera tiene un beneficio práctico de recordarles a las personas que estén atentas al Dharma cuando realizan sus negocios. Al ver una bandera inmóvil o volando en la brisa, recordamos la llamada para orar por el bienestar de todos los seres, trabajar para provocar la virtud, la bondad, la curación y la felicidad en todo el mundo.
Las banderas de oración son una expresión de la intención del Bodhisattva (…) de orar y ofrecer sus méritos por el bienestar de todos los seres sintientes.
El mantra habla en favor de la bondad para cada ser viviente en este mundo. La traducción literal dice:

“Pueda cada ser viviente tener una vida sin temor, sin sufrimiento, sin desdicha, una vida con inteligencia, saludable, exitosa, bien orientada y con riqueza.”
Este tipo de banderas se pueden regalar como una bendición a personas recién casadas, en funerales, a dignatarios e incluso a las personas de negocios de todo el mundo. Para algunos occidentales que desconocen esta tradición, les puede parecer un poco folklórico al principio, o de aspecto campestre. Pero, hay un poder real en estas banderas para activar los corazones y mentes de las personas en busca de la felicidad en el mundo. Además, los mantras son oraciones que prolongan la vida y la buena fortuna de las personas que colocan las banderas.
Las banderas desgastadas en sus componentes son usualmente renovadas cada Nuevo Año tibetano (Losar: a fines de febrero).

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