BANDERAS DE ORACIÓN
En
el año 800 D.C. (era actual) el Budismo se introdujo por primera vez en el
Tibet por Padmasambhava. Hasta ese tiempo la mayoría de los tibetanos seguía la
religión Bon, una práctica shamanística. La religión Bon había instaurado la
tradición de colgar banderas de cinco colores, en representación de los cinco
elementos, con la creencia que éstas ofrecían protección.
Cuando el Budismo se mezcló con
la religión Bon, los sagrados mantras e iconografías se pintaron sobre las
banderas Bon, creando los orígenes de lo que es conocido hoy como banderas
tibetanas de oración. Posteriormente, Atisha llegó para enseñarle Budismo al
pueblo tibetano en 1040 D.C. trayendo con él el Estandarte de la Victoria indio
y con ello las banderas de oración ganaron más popularidad. Las banderas
tibetanas de oración son entonces, una síntesis de las banderas de los
elementos de la religión Bon y el dharma del budismo indio.
Las banderas tibetanas de oración ondean sobre todo el mundo de
la cultura tibetana. Sobre los más altos pasos montañosos, sobre los rápidos de
los ríos cordilleranos, sobre las azoteas, puentes, calles, por todas
partes.
Las banderas de oración se imprimen tanto en bloques de madera
como en telas coloreadas, tradicionalmente de los colores azul, blanco, rojo,
verde y amarillo.
Los cinco
colores tradicionales representan las cinco familias de Buddha y los cinco 5
elementos.
El propósito principal de las Banderas de Oración es ser
colgadas donde el viento pueda activar las bendiciones. El sol, el viento y la
lluvia las descolorarán o desgastarán con el tiempo, lo que nos proporciona un
recordatorio sutil de que todas las cosas son impermanentes o temporales .
Una típica bandera de oración tiene en su imagen central un
caballo que porta en su espalda las Tres Joyas en llamas. Este caballo es
conocido como el Caballo de Viento y le otorga a las banderas su nombre en
tibetano “Lung-Ta”. Las tres joyas simbolizan a Budha (el estado de
Iluminación), el Dharma (las Enseñanzas budistas) y la Sangha (la Comunidad
budista).
Elemento de las Banderas
El Caballo de Viento simboliza la realización de trabajos
positivos de una manera más satisfactoria e inmediata.
Los nombres de los cuatro animales de poder son garuda (pájaro),
el dragón, tigre y león blanco, escritos en cada una de las cuatro esquinas de
la bandera.
Garuda es un
ave que come serpientes y simboliza el espantar la voluntad o intenciones del
mal.
El dragón simboliza el alejamiento de diferentes amenazas del cielo como los
rayos etc.
El Tigre simboliza el éxito en cada paso de la vida, sin tropiezos.
Los leones simbolizan a los seres que enfrentan con valor cada paso de la vida.
Alrededor del caballo hay veinte mantras, poderosas emisiones de
sonidos, cada uno dedicado a una deidad en particular. La idea es que al pasar
el viento sobre la superficie de las banderas, el aire es purificado,
santificado y dulcificado por los mantras. Esta bendición recae sobre todos los
seres del vecindario.
El viento: Cuando el viento sopla (expresando la calidad y
naturaleza de la mente) la sagrada bandera de oración se agita en la brisa y
las oraciones contenidas en la bandera son transportadas a todos los seres como
una bendición. Las banderas de oración pueden ser puestas en el campo atándolas
al borde de un tejado, entre postes, en los templos, entre árboles y otros
lugares. Dándole la oportunidad al viento de moverlas. El viento es considerado
una expresión de nuestras mentes, y la energía mental que los activa.
“El viento es el elemento natural del caballo. Cuando galopa por
las llanuras, el viento se levanta para ir a su encuentro. Su cola larga y su
melena fluyen libremente cuando acelera a través de la quietud del aire,
creando el viento. El viento y el caballo son vehículos naturales de
movimiento, el caballo transporta formas materiales y el viento formas etéreas.
Las oraciones son llevadas por el viento, y en el Tibet la bandera de oración
es conocida como el Caballo del Viento, Lung Ta.”
El Caballo
del Viento es el poder de la fuerza. Esto es sentirse libre de miedo. Con esta
energía, todas las cosas emergen sin obstáculos. Aquéllos que tienen una buena
energía del viento tienen fortuna y suerte en la vida.
A veces cuando un Lama le dice a otra persona que tiene la energía del viento
muy baja, significa que se está encontrando con obstáculos, su mente está
irritada, físicamente no está bien, y generalmente las cosas salen mal.
A esto se le llama tener un bajo Caballo de Viento.
A veces para tratar esto, puede que un Lama le recomiende izar
banderas de oración en la montaña y hacer ofrendas especiales. Las banderas de
oración tienen muchas oraciones, y todas esas oraciones son tomadas por el
viento. Esto armoniza el ambiente entero.
Nosotros podemos elevar la energía del viento mental y
físicamente. Mentalmente, nosotros elevamos la energía del Caballo de Viento a
través del desarrollo de la compasión, la bondad amorosa y la sabiduría. Esto
es lo más importante. Cuando tenemos confianza en nuestra mente e intrepidez,
esto es energía del viento mental. Físicamente, nosotros elevamos esta energía
respetando el ambiente, y protegiendo ambos elementos, los de fuera y dentro.
Así, con una motivación pura, podemos elevar la energía del viento.
Significado práctico de las Banderas de Oración
Cuando se las ve, la intención de orar y trabajar por el
bienestar de los demás se vuelve a encender. Así, el viento como la mente,
lleva las bendiciones a lo largo del campo, y por el mundo.
También ver esta bandera tiene un beneficio práctico de
recordarles a las personas que estén atentas al Dharma cuando realizan sus
negocios. Al ver una bandera inmóvil o volando en la brisa, recordamos la
llamada para orar por el bienestar de todos los seres, trabajar para provocar
la virtud, la bondad, la curación y la felicidad en todo el mundo.
Las banderas de oración son una expresión de la intención del
Bodhisattva (…) de orar y ofrecer sus méritos por el bienestar de todos los
seres sintientes.
El mantra
habla en favor de la bondad para cada ser viviente en este mundo. La traducción
literal dice:
“Pueda cada ser viviente tener una vida sin temor, sin sufrimiento, sin
desdicha, una vida con inteligencia, saludable, exitosa, bien orientada y con
riqueza.”
Este tipo de banderas se pueden regalar como una bendición a
personas recién casadas, en funerales, a dignatarios e incluso a las personas
de negocios de todo el mundo. Para algunos occidentales que desconocen esta
tradición, les puede parecer un poco folklórico al principio, o de aspecto
campestre. Pero, hay un poder real en estas banderas para activar los corazones
y mentes de las personas en busca de la felicidad en el mundo. Además, los
mantras son oraciones que prolongan la vida y la buena fortuna de las personas
que colocan las banderas.
Las banderas desgastadas en sus componentes son usualmente
renovadas cada Nuevo Año tibetano (Losar: a fines de febrero).
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