Muere un joven tibetano y otro está muy grave tras quemarse a lo bonzo
Nueva Delhi, 14 ago (EFE).- Un monje tibetano ha muerto y otro joven se encuentra herido muy grave tras quemarse a lo bonzo en la distrito chino de Ngaba en protesta por la ocupación por China de Tíbet, informó hoy a Efe una fuente del exilio tibetano en la India.
El fallecido es un monje de 20 años del monasterio de tibetano de Kirti llamado Lungtok y el herido, identificado como Tashi, es un seglar amigo del primero, dijo a Efe la portavoz Tsering Tsomo, del Centro Tibetano para los Derechos Humanos y Democracia (TCHRD).
"Sabemos que Lungtok ha muerto, pero su cadáver no ha sido entregado a su familia, mientras que Tashi está en un hospital en estado muy grave", afirmó la portavoz tibetano.
Las inmolaciones ocurrieron ayer a las 18.50 hora local (10.50 GMT) en las cercanías del monasterio de Kirti de la ciudad de Ngaba, en la provincia de Sichuan, después de que los dos comenzaran a gritar eslóganes por la calle principal de la ciudad.
De acuerdo con fuentes citadas por el exilio tibetano, las fuerzas policiales chinas empujaron a Tashi e intentaron apagar el fuego "mientras le golpeaban", y luego fue llevado junto Lungtok a un hospital.
Poco después, un grupo de tibetanos iniciaron una nueva protesta en una avenida conocida como la "Calle de los Mártires" y la Policía empleó barras de acero y palos con pinchos para dispersarles, de acuerdo con esas fuentes.
"Muchas personas resultaron heridas por las palizas y un número indeterminado de tibetanos han sido detenidos tras la represión violenta de la protesta", afirmó en un comunicado el TCHRD.
Previamente, Radio Free Asia (RFA) informó en Pekín de que una persona murió tras recibir una paliza de la policía durante los enfrentamientos entre la población y las fuerzas de seguridad de Ngaba, después de que dos tibetanos se quemaran a lo bonzo.
La inmolación de los dos tibetanos provocó un fuerte revuelo entre la población, que se enfrentó a la policía china, lo que provocó la muerte del ciudadano tibetano, de quien se desconoce la identidad, según RFA.
Más de cuarenta tibetanos, en su mayoría monjes budistas, se han inmolado desde el año pasado en protesta por la ocupación china y a favor del regreso del Dalai Lama a Tíbet.
El exilio tibetano niega que instigue la ola de inmolaciones, en contra de la acusación en ese sentido de las autoridades chinas.
El Gobierno tibetano en el exilio, con sede en Dharamsala, en el norte de la India, afirma que las inmolaciones no están coordinadas y responden a "actos individuales" que reflejan "la desesperación" que causa la ocupación de Tíbet por el régimen de Pekín.
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